Arturo Vidal sufrió como un hincha más la derrota de Chile ante Uruguay, pero desde una ubicación especial: la banca.
El volante del Atlhético Parananense no fue tenido en cuenta desde la partida por Eduardo Berizzo, quien se prefirió contar con Diego Valdés en el mediocampo.
Como el "King" no pudo colaborar en la cancha, lo tuvo que hacer desde afuera. Ahí vivió un duelo especial desde el primer minuto, dónde parecía un ayudante más de Berizzo.
Dando instrucciones, enojándose con sus compañeros, entregando consejos, Vidal tuvo la misma intensidad que demuestra en la cancha.
Aunque estar en la banca claramente no le gustó, y así lo hizo notar al inicio del segundo tiempo cuando fue el último jugador en sumarse a los suplentes.
Complemento
En el complemento el show de Vidal continúo. Mientras calentaba seguía con las instrucciones y los gritos a Berizzo para ingresar lo más pronto a la cancha.
A los 66' ingresó a la cancha con mucho impetú, dando consejos e intentando contagiar a sus compañeros, que recibieron el mazazo del 3-1.
Sobre 75' se vistió de goleador, para alcanzar a Iván Zamorano como el tercer máximo goleador de la Roja. Tras un palo de Valdés, el "King" estuvo bien ubicado.
Chile cambió con Vidal, pero faltó corazón.
Se sufre
"Tenemos confianza en que nos va a ir bien, fue un debut difícil, ante un rival complejo, pero esto recién comienza, siempre costó jugar acá", dijo tras el duelo.
Vidal agregó: "Fuera de la cancha se sufre más, intenté ayudar a mis compañeros con los consejos que les daba, pero no hay que perder la cabeza. Esto recién comienza".