Malos resultados deportivos, bajo nivel de la competencia local, nulo avance en divisiones inferiores, dirigentes preocupados sólo de lo económico y representantes controlando clubes, es la mezcla que tiene al fútbol chileno sumido en una profunda crisis.
Por lo mismo, el gobierno, a través del Ministerio del Deporte, y aprovechando la sapiencia del jefe de la cartera, Jaime Pizarro, ideó un plan que pretende revolucionar la actividad, y para ello se presentará un proyecto de ley que intentará poner orden instaurando reformas que hace rato parecen urgentes.
Los principales ejes de esta revolución del "Kaiser" :
- Fiscalización exhaustiva: Jaime Pizarro propone una nueva forma jurídica, sometida no sólo al Ministerio de Justicia, sino que a la Comisión para el Mercado Financiero.
- Separación de la ANFP y la Federación: "En cualquier disciplina, las federaciones son el órgano rector. Las asociaciones o ligas son los organizadores de los eventos", indican.
Sobre este punto Pizarro comentó a La Tercera que "hoy día, uno mira lo que la federación de rugby ha logrado; el desarrollo que ha tenido, la creación de una liga internacional, además de lograr buenos resultados, construir un buen grupo y conseguir la clasificación a su primer Mundial. Ese contexto es un referente que deberíamos tener muy presentes".
Jaime Pizarro y los representantes
- Representantes en la mira: "Hay que apuntar a que, efectivamente, toda la situación de quienes intervienen en el mercado deportivo esté absolutamente aclarada, si es del ámbito federado, de la liga o de la intermediación". En simple, los representantes queden inhabilitados de ser dueños o que participen de la gestión deportiva de los clubes.
Finalmente en relación a los representantes o agentes, Pizarro concluyó que "hay que apuntar a que, efectivamente, toda la situación de quienes intervienen en el mercado deportivo esté absolutamente aclarada, si es del ámbito federado, de la liga o de la intermediación".