Actualmente al mando técnico de la Universidad de Concepción en la Primera B del fútbol chileno, Miguel Ramírez sufrió el viernes recién pasado un duro golpe a nivel familiar, luego del repentino fallecimiento de su padre.
Si bien el homónimo del campeón del la Copa Libertadores padecía de cáncer de próstata, la enfermedad ya estaba controlada hace un par de años, y nada hacía pensar el desenlace de la historia.
"El jueves en la mañana se estaba vistiendo y se fue de frente al piso, tuvo una fractura cervical y quedó tendido. Pese a que lo atendieron, quedó vegetal inmediatamente. Las vértebras se le abrieron, la médula espinal se rompió toda. En el hospital lo intubaron, porque había perdido conciencia y estaba en riesgo vital. Cuando llegué a verlo ya no hablaba, espero que haya escuchado lo último que le dije", contó el "Cheíto" en Las Últimas Noticias.
En el mismo medio agregó que "partió muy rápido, por eso estoy en negación. Esto es un dolor nuevo para mí, la muerte de un padre es tremenda, nunca imaginé que sería así".
Miguel Ramírez colocolino
Sobre la profunda pena que lo embarga a él y su familiar, Miguel Ramírez contó que "mi padre era colocolino y tenía dos deseos. Que si llegaba la hora de partir, no quería estar postrado, sino que morir rápido, Y quería ser cremado y lanzado a un estadio o al mar. Creo que lo lanzaremos en San Antonio, porque cuando chicos íbamos a pescar a ese lugar. Ya no me salen las lágrimas, estoy deshidratado de tanto llorar. Son procesos, no me puedo contener".
Cabe mencionar que don Miguel Ramírez tenía 82 años y se encontraba felizmente casado con Rosa Pérez (80) madre del jugador de Colo Colo y actual DT de la Universidad de Concepción.