Renata Almada, psicóloga deportiva: "Creo que Patricio Ormazábal está evidenciando una mal formación de los atletas jóvenes"

La psicóloga deportiva y panelista de TNT Sports habló en exclusiva con La Hora, sobre la importancia del trabajo mental en el fútbol juvenil.

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En conversación exclusiva con La Hora, la psicóloga deportiva y clínica, Renata Almada, abordó la importancia que tiene el trabajo mental en los futbolistas jóvenes y el efecto que tienen en ellos factores externos como los apodos y las críticas.

La también panelista de TNT Sports además se refirió a la declaración de Patricio Ormazábal, técnico de la selección Sub 20 que viene de ser eliminada en el Sudamericano de esta categoría y que afirmó días atrás que “los jugadores son niños, por más que uno crea que son hombres”.

¿Qué trabaja la psicología deportiva en el fútbol?

El psicólogo deportivo trabaja la cohesión, la dinámica y actividades que van a fomentar esa energía grupal. Para que los futbolistas cuajen en cancha necesitan llevarse bien, no necesariamente ser amigos, pero necesitan conocerse para que se pueda fomentar la sinergia.

Se trabaja también con la ansiedad precompetitiva y con ayudar a generar aptitudes psicológicas para lidiar con las problemáticas del juego, mejorar su concentración y su toma de decisiones.

La psicología deportiva en el fútbol formativo

-¿Cómo debiese ser el trabajo psicológico en los jugadores jóvenes?

Debería ser desde los cadetes con 10 años, para que vayan construyendo una mentalidad para competir en etapas posteriores.

Para los futbolistas que están experimentando el profesionalismo, es necesario estar atento al tema de las redes sociales. Los jóvenes que están hoy con 18 a 20 años son de una camada que se preocupa muchísimo por esa mirada del otro proveniente de redes sociales, el hincha y la prensa. Su autoestima está muy basada en esa crítica.

Se deben entregar herramientas para que puedan tener una relación sana con toda crítica que le va a llegar. El fútbol es un entorno súper nocivo, que te va bien en un partido y te van a alabar y a la otra semana no, y ahí está la frustración y las críticas.

-¿Cómo se trabaja esa frustración?

El futbolista joven que está formando sus armas en la alta competencia necesita entender que su valor como persona dista de su valor como futbolista.

Los jóvenes suelen ser muy ansiosos con los resultados, se necesita hacer que entiendan que hay procesos y que no ser considerado dentro de una plantilla de once jugadores es sumamente normal.

Trabajamos mucho la tolerancia a la frustración, él va a frustrarse de forma reiterada y es importante que su expectativa esté muy adecuada a la realidad, potencial, rendimiento y de lo que puede ofrecer también el equipo.

Sobre los apodos

-¿Qué efectos tienen en los jugadores los apodos como “la joya” o “el salvador”?

Es un arma de doble filo porque te alaba y te va a ayudar con el tema de la autoeficacia, el autoconcepto y la autoestima. El punto es que cuando te suben demasiado, en algún momento no vas a cumplir con esa expectativa, vas a bajar ese rendimiento y ser blanco de las críticas.

Esa intermitencia entre ser “el salvador” y después “el que jugó muy mal” genera la idea de insuficiencia y cuando el futbolista se siente insuficiente va a plasmar toda esa frustración en cancha.

El futbolista que no tenga recursos psicológicos para entender que la opinión ajena es exagerada en ese entorno es el que va a sucumbir después con ese cambio en la validación. No siempre el futbolista va a ser “la joya” o “el disruptivo” y eso es lo más natural del mundo.

"La Roja" Sub 20

-¿Qué te parecen las declaraciones de Patricio Ormazábal?

Entiendo que sus palabras van a un tema de estar preparado o no para la alta competencia. El término de ser “hombres” y ser “niños” no debería pasar por ahí, las habilidades tienen que ver con entrenar la ansiedad, la tolerancia a la frustración, la toma de decisiones y la concentración.

Cuando el entrenador conecta el tema de ser “hombre” o de ser “niño” habla de un tema de género y desde ese punto fue muy desafortunado y reverbera ese discurso en los jóvenes, que se van a sentir insuficientes e incapaces porque no pueden acelerar su proceso cronológico.

No se puede entrenar llegar a ser “hombre” y dejar de ser “niño”. Se necesita ser más asertivo en cuanto a esa preparación y creo que Ormazábal está evidenciando una mal formación de los atletas jóvenes.

-¿Cómo se ve reflejado esto en la Sub 20?

Esa capacitación, que tiene que ver con psicología deportiva, con nutrición y con los entrenadores que están formando atletas, está a un nivel más bajo de lo que debería ser y por lo mismo los atletas ante un escenario de mucha competitividad se ven sumamente paralizados y se ve esa desorganización y desesperación que a ratos se nota en la Sub 20.

La Sub 20 hoy es una selección con valores jóvenes e individualidades de mucha calidad pero que no congenian como grupo.

El salto al extranjero

-¿Cómo se trabaja con un jugador joven la preparación para jugar fuera del país?

Más que preparar al joven, hay que preparar a la familia, ella es la que va a inculcar principios, valores, lo va a autorizar a viajar y le va a dar cierto respaldo.

No es fácil la adaptación que demanda salir de tu país con una edad tan temprana sin estar con la formación psíquica completada, entonces se trabaja la expectativa con la familia. Hay padres que por ejemplo, inculcan una carga muy pesada encima de ese joven y por lo mismo, no termina de consolidarse afuera, ya que esa mochila era demasiado para lo que podía ofrecer.