Según constató Cadena Ser, los hinchas del club Arema arremetieron contra los policías, destrozando la infraestructura y vehículos del centro deportivo.
A partir de las declaraciones del jefe de Policía de Java Oriental, Nico Afinta, fue un hecho "anárquico", por lo que respondieron con bombas lacrimógenas.
"Era un espacio lleno de gente, que provocó dificultad para respirar, falta de oxígeno", aseguró la autoridad policial.
Cabe destacar que los enfrentamientos entre los hinchas y la policía de Indonesia causó el fallecimiento de cientos de personas, mientras que otras se encuentran en estado de gravedad.
Investigación rigurosa
Tras la catástrofe en el estadio Kanjuruhan,el presidente de Indonesia, Joko Widodo, se refirió a lo sucedido, afirmando que "lamento esta tragedia y espero que esta sea la última tragedia del fútbol en el país. No dejen que otra tragedia humana como esta suceda en el futuro".
"Debemos mantener unido el espíritu deportivo, la humanidad y el sentido de hermandad de la nación Indonesia", insistió el Mandatario.
Es de vital importancia mencionar que el uso de gas lacrimógeno está prohibido por la FIFA, debido a su potencial peligro. Por otro lado, condenaron la venta de más de 4.000 entradas lo que está prohibido por el aforo establecido.
El ministro de Deportes, Zainudin Amali, aseguró que se reevaluará la seguridad en los partidos de fútbol, destacando que no descarta la posibilidad de que los espectadores ya no puedan acudir a los estadios.