Un nuevo escándalo en el fútbol argentino, esta dando la vuelta al mundo. Ayer, tras el partido que disputó Barracas Central y Patronato, se vivió un hecho grave de violencia que afectó a los árbitros del encuentro e incluso a los policías que se encontraban resguardando la seguridad del evento. Desde el técnico de Patronato hasta todos sus jugadores, se abalanzaron sobre el réferi para encararlo por su cuestionado desempeño en el partido.
El encuentro, válido por la fecha 10 de la segunda rueda del Torneo Argentino, se estaba disputando en un ambiente enrarecido, ya que los cobros del árbitro más la intervención del VAR, gatillaron una verdadera batalla campal al término del partido.
Barracas Central se encontraba jugando de local en el Estadio Islas Malvinas, de la ciudad de Buenos Aires, coloso en el que hace de local All Boys. Durante el transcurso del primer tiempo, el árbitro anuló un gol a Patronato por off side y luego, expulsó al capitán del equipo Nicolás Castro en el minuto 40 tras aplicar un planchazo que dejó al jugador de Barracas tirado en el suelo.
Tras el pitazo final, se armó el escándalo
En el segundo tiempo, la situación se tornó más tensa. Luego de ir empatando uno a uno, Barracas en una aproximación al área de Patronato, consiguió un dudoso penal y con eso, tenía la posibilidad de ampliar el marcador. Sin embargo, el lanzamiento penal, realizado por el ex Colo Colo, Pablo Mouche, fue detenido por el arquero "rojinegro".
Posteriormente, Barracas seguía con todo en busca del gol que les diera la 3 puntos y tras un lanzamiento de tiro libre, Sebastián Rincón logró la hazaña cuando el reloj marcaba los 91 minutos. Tras el pitazo final, todos se tiraron en contra del árbitro por su pésimo desempeño en el encuentro y que según los jugadores de Patronato, los perjudicó.