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La actividad es abierta a toda la comunidad, sólo debes tener más de 18 años.
Exoficial de la Policía de Investigaciones y auditor especializado en fiscalización pública, su historia refleja una trayectoria marcada por la verdad, la seguridad y la defensa de los ciudadanos
En el corazón del Distrito 9, Andrés Cáceres Bravo levanta una voz incómoda para los poderosos. Exoficial de la PDI y auditor con sólida formación profesional, hoy busca llevar su experiencia en fiscalización y transparencia al Congreso Nacional con una convicción clara: la corrupción no tiene color político.
"La corrupción no distingue ideologías; siempre encuentra cómplices en quienes creen que el cargo es un botín personal", señala Cáceres. Antes fue la derecha con redes que se financiaban de espaldas al país; hoy, la izquierda enfrenta sus propios escándalos. En ambos casos, los perjudicados son los mismos: las familias trabajadoras del distrito.
Andrés Cáceres no proviene de un partido tradicional ni ha ocupado cargos de poder municipal. Desde la PDI enfrentó la corrupción cara a cara, denunciando abusos que muchos prefirieron callar. Lo pagó caro, pero lo volvería a hacer. "Mientras otros hicieron carrera en la política, yo la hice enfrentando el delito", afirma.
El ex subcomisario de la PDI y actual candidato a diputado por el Partido de la Gente propone un programa centrado en seguridad, justicia social y una ley anticorrupción.
Inspirado en el Decreto N.º 209 - Ley Anticorrupción de El Salvador, impulsada por el presidente Nayib Bukele, Cáceres propone un modelo chileno de tolerancia cero frente a la corrupción. Su plan busca crear un Sistema Nacional Anticorrupción, con coordinación entre la Fiscalía, Contraloría, SII y la PDI, garantizando control en tiempo real sobre patrimonio y contratos públicos.
UNA DE SUS PRINCIPALES BANDERAS ES ESTABLECER QUE LOS DELITOS DE CORRUPCIÓN NO PRESCRIBAN NUNCA, tal como ocurre en El Salvador, donde la ley declara imprescriptibles los delitos de cohecho, malversación y enriquecimiento ilícito. "Si alguien robó al Estado, debe responder aunque pasen veinte años. La corrupción no puede tener fecha de vencimiento", sostiene.
Entre sus medidas se incluyen la creación del Centro Nacional Anticorrupción (CNA-Chile), la publicación abierta de las declaraciones patrimoniales y una ventanilla digital de denuncias protegidas para ciudadanos. "Cuando los honestos tienen herramientas, los corruptos no tienen refugio", resume.
En los barrios del Distrito 9, la delincuencia dejó de ser estadística: es miedo cotidiano. Cáceres propone legislar para permitir el uso de medios de defensa no letales, subvencionados por el Estado y bajo estricto control, para ser utilizados en el hogar o el vehículo, tras capacitación y registro obligatorio.
"El Estado debe proteger a las personas, pero también permitir que se protejan cuando no llega a tiempo", dice. El plan incluye programas piloto comunales, capacitaciones certificadas y sanciones severas ante uso indebido, junto con mayor iluminación pública, recuperación de espacios y apoyo a víctimas.
El Distrito 9 no necesita más promesas vacías. Necesita a alguien que se atreva a mirar al poder a los ojos y decir: ¡usted también es parte del problema !
Andrés Cáceres Bravo representa esa voz: la de quien no se vendió, la de quien sigue investigando donde otros callan. Su historia no la escribieron los partidos; la escribió él mismo, con disciplina, sacrificio y verdad. Y desde el Congreso promete seguir haciendo lo que siempre ha hecho: investigar, fiscalizar y denunciar.
"Porque cuando el silencio se vuelve costumbre, la corrupción se vuelve ley."
La actividad es abierta a toda la comunidad, sólo debes tener más de 18 años.
Exoficial de la Policía de Investigaciones y auditor especializado en fiscalización pública, su historia refleja una trayectoria marcada por la verdad, la seguridad y la defensa de los ciudadanos
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