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La ex Mekano ingresó esta tarde al centro penitenciario de San Miguel para retomar su medida cautelar de prisión preventiva.
El Tribunal Oral en lo Penal de San Bernardo emitió un veredicto condenatorio contra los excarabineros por un violento ataque a golpes a Mario Acuña durante las protestas del estallido social en octubre de 2019, dejándolo en estado vegetativo y con graves daños neurológicos.
Tal como consigna el diario La Tercera, los violentos hechos ocurrieron la noche del 23 de octubre de 2019 en la comuna de Buin, cuando efectivos policiales reprimieron violentamente las manifestaciones masivas en el marco del estallido social que se vivía en Chile.
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Esa noche, mientras reprimian las manifestaciones, un grupo de carabineros cometió graves abusos contra los ciudadanos, incluyendo el caso que terminó con Mario Acuña gravemente discapacitado producto de una implacable golpiza policial.
La condena
El excarabinero J.R.R.A. recibió una condena por efectuar disparos injustificados con su escopeta antidisturbios contra los manifestantes en el sector de Bajos de Matte, hiriendo a una mujer y a un hombre.
Pero el hecho más grave ocurrió cuando los exuniformados Henry Giovanny Cuellar Vega y Víctor Antonio Lastra Marguirot interceptaron a Acuña, quien se escondía en una plaza del lugar. La investigacion determinó que, sin mediar provocación, los uniformados lo derribaron al suelo y procedieron a propinarle una golpiza con sus bastones policiales.
Producto de la agresión el joven sufrió severos traumatismos craneoencefálicos que lo dejaron en estado vegetativo, con inhabilidad laboral total y dependiente para sus cuidados básicos.
Cuellar y Lastra fueron condenados como coautores de producir lesiones graves gravísimas mediante apremios ilegítimos contra Mario Acuña.
Un caso emblemático del estallido social
Este grave caso se convirtió en uno de los más bullados y representativos de la violencia policial ocurrida durante el estallido social en Chile, y terminó siendo uno de los más recordados por la enorme conmoción pública que produjo. Inicialmente el INDH presentó la querella criminal.
Si bien el tribunal no tipificó el hecho como tortura, el Instituto Nacional de DDHH (INDH) argumentó que esta brutal golpiza constituyó un acto de tortura y no solo apremios ilegítimos.
Cuando han pasado más de dos años, los procesos judiciales por violencia policial durante el estallido avanzan lentamente, con pocas sentencias condenatorias hasta el momento. El caso de Mario Acuña es un recordatorio de la necesidad de reformas profundas al actuar policial para que hechos tan graves no vuelvan a repetirse.
